martes, 7 de abril de 2009

En Algún Lugar....


Un símbolo de todas las cosas grandes y bellas que hay en el mundo es para má la catedral de Maguncia, que se halla tan tapada por las casas construidas a su alrededor y junto a ella que desde ningún sitio podemos verla entera. Las cosas grandes y bellas deberían existir únicamente para sí mismas, pero pronto abusa de ellas la necesidad, que se les acerca desde todos los lados con el fin de apoyarse y sostenerse en ellas, y así las atrapa y estropea.

Es cierto que eso no es algo sorprendente en este mundo de penurias y necesidades, al servicio de las cuales ha de estar todo por doquier y que arrebatan todas las cosas para hacer de ellas intrumentos suyos, sin excluir siquiera a las que sólo han podido ser producidas en su ausencia momentánea: las cosas bellas y las verdaderas, buscadas por sí mismas.

Lo dicho lo encontramos ilustrado y confirmado de manera especial cuando miramos las instituciones, grandes y pequeñas, ricas y menesterosas, que han sido fundadas en cualesquiera épocas y países para mantener y fomentar el saber humano y, en general, los esfuerzos intelectuales que ennoblecen nuestra especie.

En ningún lugar para mucho tiempo sin que se aproximen subrepticiamente a ellas las necesidades animales y groseras, para apoderarse, bajo apariencia de querer servir a tales fines, de los dineros asignados para ellos.

Tal es el origen de esa charlantanería que cabe encontrar a menudo en todas las materias especializadas y cuya esencia consiste, por muy diversas que sean sus formas, en despreocuparse de la cosa misma y esforzarse en favor de ella únicamente en apariencia, con vistas a los fines propios, que sonm personales, egoístas y materiales.

1 comentario:

  1. Hay de todo y para todos...
    Ciertamente las verdades muchas veces quedan asfixiadas entre la vulgaridad y la intascendencia.
    Para pensar, amiga.
    Un cariño

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